Enfermedades oftalmológicas

En este espacio podrás descubrir cuáles son las principales enfermedades oculares, te ayudaremos a reconocer sus síntomas y te contaremos cómo se trata cada una de ellas.

Uveítis

¿Qué es la uveítis?

La uveítis es la inflamación de una o más partes de la úvea (la membrana intermedia entre la esclerótica o parte blanca del ojo y la retina): del iris (que da color al ojo), del cuerpo ciliar o de la coroides (que quedan por detrás del iris y de la retina). Siendo el tejido con más vasos sanguíneos del cuerpo humano, la úvea es altamente sensible a procesos infecciosos e inflamatorios, lo cual puede ocasionar daño en el tejido vital ocular provocando, en algunos casos, una posible pérdida permanente de la visión.
La presencia de determinados factores puede augmentar el riesgo de tener uveítis:

  • Enfermedades inmunomediadas como la enfermedad de Crohn, la esclerosis múltiple, la colitis ulcerosa o las espondiloartropatías
  • Enfermedades infecciosas como el herpes, la tuberculosis, la sífilis o el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH)
  • Traumatismos oculares ocasionados por golpes o intervenciones quirúrgicas
  • Determinados tipos de cáncer, como el linfoma, la leucemia o el melanoma

 Ojo sano
Ojo sano
Uveítis
Uveítis

Síntomas

La sintomatología de la uveítis varía según la zona afectada:

  • Uveítis anterior: puede cursar con enrojecimiento, dolor ocular, visión borrosa y sensibilidad a la luz.
  • Uveítis posterior: suele cursar con menos dolor, pero sí con pérdida de visión.

Es importante acudir a un oftalmólogo de inmediato si aparece alguno de estos síntomas, ya que la uveítis no puede diagnosticarse hasta la aparición de los primeros signos externos.

Tratamiento

Existen diferentes tratamientos según la tipología y localización de la uveítis:

  • La uveítis anterior se trata, en la mayoría de casos, con colirios antiinflamatorios.
  • La uveítis posterior no infecciosa se combate con corticoides administrados por vía oral o de forma local alrededor del ojo a través de infiltraciones. También se puede recurrir a inyecciones intraoculares.
  • Las formas crónicas de uveítis pueden precisar del uso de fármacos inmunomodulares.
  • Los casos de uveítis no suelen requerir intervenciones quirúrgicas, aunque estas puedan servir para tratar complicaciones asociadas a la uveítis como el glaucoma, las cataratas o el desprendimiento de retina.